Cimentada en la incansable labor de su fundador, Miguel Parrilla, la empresa de transportes que lleva su nombre afronta un futuro esperanzador bajo la firme dirección de su hija Raquel, socia, directora general y administradora única de esta pyme sevillana. Una mujer que continúa la saga familiar en un mundo predominantemente masculino, y que apuesta por una dirección con un toque de distinción femenina en el que impera, como siempre en esta empresa, un trato personalizado a sus clientes. Todo ello con una especial atención a los detalles y la adaptación a los nuevos requerimientos de un sector en el que los errores se pagan muy caros.
¿Cómo ha evolucionado Transportes Miguel Parrilla desde su fundación? Lo dividiría en tres etapas. La primera, desde el año 1977 hasta 1997. En esos años y hasta la actualidad quedaron asentados los principales valores de la empresa, que han sido el trabajo, el esfuerzo y la humildad. También durante esta etapa mi padre dejó consolidado el negocio a través de su entrega y servicio, introduciendo en nuestra cartera clientes como Nestlé España, que, a día de hoy, continúa confiando en nosotros. La segunda comienza en 1997, cuando me incorporé a la empresa en una situación bastante crítica. Fueron años muy duros y de muchas dificultades, en los que la compañía llegó a experimentar una quiebra técnica, aunque me ayudaron a aprender muchísimo y a prepararme para cualquier situación crítica. Pero con nuestro esfuerzo y nuestros propios recursos fuimos saliendo poco a poco. A partir de 2005 comienza una tercera etapa en la que damos un enorme giro al negocio, apostando por una mayor profesionalización, innovación, renovación y aumento de flota, además de estandarización de procesos, certificándonos por Aenor con las Normas ISO 9001 y Medio Ambiente 14001.
¿Por qué decidió solicitar los servicios de TACTIO? Llevábamos desde 2010 experimentando un crecimiento fuerte (un 20% anual), a pesar de la crisis económica. La llegada de TACTIO se produjo en el momento ideal, ya que tras tres años con un crecimiento tan alto sentía que los cimientos de la empresa comenzaban a tambalearse. Necesitaba un apoyo externo, que en ese momento no hubiese buscado por iniciativa propia, por lo que la llegada de TACTIO se produjo en el momento oportuno. La entrada de la consultora de negocio ha representado una serie de cambios idóneos desde el punto de vista organizativo, que nos han ayudado de una forma decisiva.
TACTIO nos ha dejado preparados en la pista de despegue para que podamos volar más alto
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