El informe TACTIOMETRO 2019: PREOCUPACIONES Y NECESIDADES DE LAS PYME describe las preocupaciones que tienen los que dirigen las pymes en Catalunya y en el resto de Comunidades Autónomas. Y también recoge datos relacionados con su política comercial, el aprovechamiento de su capacidad (productiva) interna, las ventas en el interior y en el exterior, las previsiones de crecimiento e inversión o el tipo de proyectos que demandan las empresas.
En demasiadas ocasiones las informaciones giran en torno a las grandes empresas, su coyuntura y sus operaciones. Sin embargo, es necesario que el país sea consciente de que nuestro tejido empresarial está compuesto por microPYMES (hasta 9 empleados) y PYMES (de 10 a 249 empleados) casi en su totalidad. Nos ahorraríamos muchos debates estériles y, quizás, pondríamos el foco en el lugar que corresponde.
El pesimismo no siempre está justificado, tampoco en Catalunya.
El 70% de las empresas encuestadas en toda España considera que vivimos una situación de estancamiento o de recesión, aunque sea ligera. Sin embargo, casi un 60% de las empresas encuestadas prevé terminar el ejercicio creciendo en facturación y apenas un 22% de ellas confiesa que no invertirá en el ejercicio. Estos datos ponen de manifiesto que una cosa es la percepción sobre la situación general, y otra cosa es la situación real de nuestras empresas.
En Catalunya la percepción de la recesión es ligeramente menor y más suave, y la percepción de la recuperación es ligeramente mayor y más suave también. En todo caso, y a pesar de esas percepciones, la realidad es que de cada 10 empresas 6,7 prevén que crezca su facturación casi 8 de cada 10 empresas prevén acabar el ejercicio con inversiones.
La contratación no crece tanto como la facturación.
Prácticamente el mismo porcentaje de empresas que dice que crecerá en facturación, afirma que no va a crecer en contratación. Efectivamente, crecer en facturación no significa crecer en rentabilidad y, por tanto, que esto se traduzca en una mayor capacidad inversora. Sin embargo, y habida cuenta de la preocupación (transversal a toda la tipología de empresas encuestadas) en torno al a dificultad de contratar, nos inclinamos por pensar que no se está aprovechando el crecimiento de las empresas para que el empleo crezca en mayor medida
En Catalunya, 8,4 de cada 10 empresas se quedará como está en cuanto a plantilla, aunque 6,7 vayan a crecer en facturación.
El mercado interior sigue fuerte.
Con diferentes porcentajes de crecimiento, pero las ventas en el mercado interior subieron en más del 60% de las empresas entrevistadas. Las ventas en el exterior, sin embargo, subieron en el 40% de las empresas españolas que exportan. El dato es ligeramente más positivo en Catalunya: de cada 10 empresas encuestadas, 6,7 crecieron en el mercado interior; de cada 10 empresas exportadoras encuestadas, 4,3 crecieron en el mercado exterior.
A menor tamaño, menor aprovechamiento de la capacidad (productiva) interna.
Apenas el 16% de las empresas encuestadas dice estar aprovechando al 100% o más su capacidad (productiva) interna, mientras que el 63% de ellas está entre un 60 y un 80% de aprovechamiento. El dato es alarmante entre las tres tipologías de empresas más pequeñas, dado que no llega al 20% el porcentaje de empresas Tipo 1, Tipo 2 y Tipo 3 que aprovechan al 100% o más su capacidad interna.
El margen de mejora es amplísimo en este terreno, y las demandas de servicios de consultoría que recibimos, apuntarían a que se es consciente del problema, dado que los proyectos de organización representan casi el 40% del conjunto de trabajos desarrollados por TACTIO a lo largo del 2018.
Esta conclusión no es aplicable miméticamente en Catalunya, a la luz de las respuestas que han dado las empresas, dado que el bajo aprovechamiento de la capacidad, aunque se da con mayor intensidad en las empresas Tipo 1 y Tipo 2, afecta también a las empresas Tipo 3. En todo caso, lo preocupante es que 6,7 de cada 10 empresas catalanas entrevistadas está entre un 60 y un 80% de aprovechamiento.
Las tres preocupaciones principales y la poca preocupación sobre la gran revolución.
“Competencia”, “Dificultad para contratar” y “Costes de producción” son las tres preocupaciones principales que dicen tener las empresas españolas entrevistadas para la realización de este estudio. Sin embargo, la llamada a ser la gran revolución, la “Transformación digital”, aparece como preocupación solo en el 3,72% de las respuestas; habrá que valorar si se está dando el enfoque acertado a la necesidad de esta transformación en nuestra forma de hacer las cosas.
La primera preocupación en Catalunya, el “Incremento del precio de las materias primas”, no está entre las tres primeras preocupaciones del conjunto. Los “Costes de producción” ocupan el segundo lugar en Catalunya y, en tercer lugar, hay varias preocupaciones compartidas con una intensidad similar: “Competencia”, “Dificultad para contratar” y “Organización interna”.
La PYME es más ágil y adaptable que la gran empresa, debe saber aprovechar sus oportunidades.
El tamaño “más manejable” de la pequeña y mediana empresa española, le permite una gran adaptabilidad a las demandas del cliente. Sin embargo, del ranking de preocupaciones expresadas por el pequeño y mediano empresario español, no se deriva una gran apuesta por potenciar esa fortaleza. Solo un 9,17% de las empresas participantes en la encuesta muestran preocupación por la “Organización interna” y, por tanto, por una mayor profesionalización. Está demostrado que el déficit de la gestión en nuestro tejido empresarial resta productividad. En todo caso, este dato no concuerda con la principal demanda de las empresas en nuestro país, dado que los proyectos de “Organización” son los que más ejecutó TACTIO en las empresas españolas a las que acompañó en 2018, un hecho que se produce en Catalunya casi de forma mimética.
Preocupa la competencia, pero nos preocupamos poco por vender (mejor).
Con claridad, la principal preocupación de las empresas encuestadas en el conjunto de es la “Competencia” (tercera en Catalunya). Pero, y ¿qué hacemos para competir mejor? Más allá del ya señalado aprovechamiento de la capacidad interna de nuestras empresas, cabría poner el foco en la política comercial. Solo un tercio de las empresas dicen ser vendedoras, un 35% no dispone de plan comercial, es muy escaso el porcentaje de empresas que tienen una red comercial propia con importantes incentivos salariales, y apenas uno de cada seis proyectos desarrollados por TACTIO en las empresas españolas en 2018 estuvieron relacionados con el desarrollo Comercial y el Marketing.
Es verdad que sí se aprecia una mentalidad vendedora ligeramente superior entre las empresas catalanas encuestadas, particularmente en el Tipo 3 y Tipo 4, las más grandes. Empresas todas que, a diferencia de las pequeñas, tienen plantes comerciales en ejecución y red comercial propia.
¿Preocupa la falta de mano de obra en Catalunya? ¿Qué hacer?
La dificultad para contratar es una preocupación para las empresas catalanas (en mayor medida, según esta encuesta, para el conjunto de las empresas españolas).
Sin embargo, según el informe elaborado por COTEC-IVIE que hemos citado, Catalunya ocupa la decimotercera posición en el indicador que mide la existencia de un entorno regulatorio propicio para facilitar el talento. También ocupa la antepenúltima posición en el indicador que mide el grado de apertura interna (factores que caracterizan la convivencia, como grado de aceptación de inmigrantes o minorías, las oportunidades y liderazgo de las mujeres o la brecha salarial), un tema clave para la atracción de talento. La estrategia para combatir esa preocupación en Catalunya debería pasar por la potenciación de los factores que llevaran a mejorar ambos indicadores.
Euskadi, Catalunya, Navarra y Madrid están en todo.
Se han analizado datos de cada una de las regiones procedentes de estudios de la Comisión Europea sobre innovación, de COTEC-IVIE sobre talento y del ICEX y MESIAS sobre exportación. Al margen de que la posición española no es ni de lejos la mejor en Europa, si miramos hacia nuestro interior, estas cuatro son las regiones más innovadoras de España. Las cuatro son las únicas que están por encima de la media española en el Índice de Talento. Y tres de las cuatro (no está Navarra) están entre las cinco primeras posiciones en cuanto al peso que aportan a la exportación española. A la hora de hacer benchmarking, nuestras empresas y gobiernos deberían mirar en los lugares adecuados.
Aunque hay aspectos importantes de mejora, Catalunya sigue ocupando una posición destacada en el conjunto de España. El porcentaje de empleo en el sector industrial, la productividad por encima de la media en los tres de los cuatro sectores que incluye el DIRCE, el mayor gasto interno en I+D con relación al PIB, el mayor peso del empleo industria, el número y la antigüedad de las empresas exportadoras catalanas y sus mejores índices en tecnologías de información y comunicaciones son, sin duda, factores clave a la hora de definir esa posición.