De un tiempo a esta parte, las pymes han interiorizado la necesidad de subir sus aplicaciones a la nube. Con independencia del análisis previo que debieran hacer para evaluar qué soluciones deben funcionar en cloud y cuáles no, es importante entender las ventajas y las oportunidades que encontrarán y evitar el seguir simplemente la corriente, porque solo así será posible optimizar el potencial que ofrece la nube.
Pese a que los beneficios del cloud computing son evidentes, aún existe una parte de las pymes que sigue indecisa a la hora de subirse a la nube. Intuían el cambio, conocían sus beneficios, pero las dudas sobre el retorno de inversión y el gasto inicial les prevenían de externalizar toda su infraestructura en data centers profesionales. A día de hoy, en cambio, la mayoría de las PYMEs cuentan ya con uno o más servicios alojados en la nube, y progresivamente van migrando al cloud todo su antiguo modelo de TI.
El máximo responsable de Google Cloud Quentin Hardy publicaba hace unos días, en un artículo en Harvard Business Review que «la informática en la nube, ofrecida por compañías como Amazon Web Services, Microsoft Azure y mi empresa, Google Cloud, todavía se considera como una opción más económica y eficiente para que las empresas almacenen y procesen datos. El coste puede ser menor, pero sigue siendo un gasto, igual que los ordenadores tradicionales». Bajar los costes ha sido motivo suficiente para que muchas empresas cierren sus centros de datos y pasen a considerar los asistentes de software y la computación como una serie de servicios bajo demanda.
Ahora bien, la Nube, como el resto de la tecnología debe entenderse como un vehículo para alcanzar las metas, pero nunca como un objetivo en sí mismo. Una vez analizada la estructura de la organización, los procesos y las funciones estratégicas, será necesario definir qué necesidades concretas de almacenamiento podrían requerir. En todo caso, estas son las 10 principales ventajas, según uno de los proveedores de Cloud Computing de España
- Infraestructura. En lugar de reemplazar y reparar viejos servidores en sus instalaciones, las empresas pueden alojar sus servicios en la nube, aumentando la seguridad y la integridad de sus datos y disminuyendo inversiones materiales.
- Experiencia de usuario. La falta de recursos para ejecutar aplicaciones puede dar lugar a una experiencia de usuario pobre que afecta al negocio. Los recursos cloud son flexibles, y más rentables que los de infraestructura dedicada.
- Comunicaciones unificadas. Gracias al cloud, las nuevas plataformas de comunicación optimizan el trabajo remoto y la gestión de múltiples sedes.
- Acceso remoto. El trabajo a distancia mediante escritorios virtualizados disminuye los costes de dispositivo y de oficina. Además, el control sobre el entorno del usuario es sustancialmente mayor.
- Aplicaciones cloud. Gracias a la facilidad de acceso que ofrece la nube, habiltar el trabajo remoto y móvil de una aplicación resulta mucho más sencillo.
- Monitorización. El modelo de cloud computing permite monitorizar los recursos como parte del propio servicio en todo momento.
- Servicios de correo. A día de hoy cobran ya todo el sentido como aplicación cloud: crecer en capacidad y recursos es más rápido y rentable.
- Disaster Recovery. Una solución DR en un entorno cloud, fuera de las instalaciones, activa inmediatamente una segunda plataforma en caso de fallo en la principal.
- Backup. Las copias de seguridad en la nube otorgan una garantía adicional a la integridad de los datos y son restaurables desde cualquier instalación o servidor.
- Foco en el negocio. El cloud hosting de un proveedor de servicios gestionados le permite a una empresa lo más importante: tiempo,