La cifra de pérdida de trabajos del sector industrial en Huesca ciudad se cifra en más 3.000 si nos remontamos desde la década de los 80. Esta situación ha motivado a aprobar en las Cortes de Aragón a desarrollar un plan de industrialización que apoye y fomente el desarrollo económico y empresarial de la ciudad de Huesca, impulsándolo e invitando a participar en él al Ayuntamiento de la capital, la Comarca y los agentes empresariales y sociales.
En Aragón, el 95% de las empresas son microempresas (menos de 10 empleados), y el porcentaje de total de pymes respecto del número de empresas (hasta 250 empleados) aumenta hasta el 99%. El tamaño de las empresas es un elemento crucial para la mejora de la competitividad empresarial, dado que un menor tamaño cuenta con mayores dificultades para afrontar los retos de la economía global.
El cierre de grandes empresas como Mildred, Humsa, Luna, Albajar, Pegaso, Alvisa, Fundición Lamusa, Eurotrón, Saval Kronenbur, Widia Ibérica, Agrimac, Ladrillos Arizón, Coll, Baes, Central Lechera Osea, Durometal, Fundición San Lorenzo, Garasa, Terrazos Lajarbe, Oscainox, Granja y Harinas Porta o Meyba son un ejemplo de lo que ha representado este sector para la ciudad. Y con ellas cientos de trabajadores que se quedaron en la calle. Una crisis de la que todavía no se ha repuesto la ciudad, a pesar de muy loables ejemplos de emprendedores oscenses que han conseguido potenciar con empresas punteras. Huesca se ha convertido en una ciudad de servicios, a pesar de grandes ejemplos que tuvo en el pasado de industria floreciente y con alto nivel de tecnificación y que ahora adolece de un necesario desarrollo industrial empresarial.
Por ello es necesario ese plan de industrialización para la ciudad de Huesca, que ayude a desarrollar el potencial de la ciudad como capital de la provincia, y combine la esencia de ciudad de servicios junto al desarrollo industrial de la misma.